jueves, 13 de septiembre de 2012

MARIANO RAJOY ENTREVISTA EN TVE. COMUNICACIÓN NO VERBAL 4


                                           
                               ESCENOGRAFÍA  ¿INTENCIONADA?
La escenografía impecable. Se identificaba al milímetro con el nuevo aspecto que los asesores tratan que vaya adquiriendo la imagen del actual Presidente del Gobierno: Corrección, austeridad, calidad, dinamismo y algo de modernidad. Lo que a él le faltaba, se lo daba el diseño del espacio. Todo intencionado. Un plató de contrastes –previsto para los “nuevos” programas informativos-, con círculo blanco sobre suelo negro, trazado circular que unía en esa línea a todos los presentes en el plató, periodistas, moderadora y protagonista. En las paredes rayas de luces de colores  fluorescentes-matizadas, de los azules a los rosas. Los azulones veraniegos para enmarcar perfectamente al Presidente en determinados planos y determinados temas. El violeta femenino-feminista para el logo. Y el tono de alegría, ruptura e innovación, llegaba proyectado por las rayas rosa-coral. Una de esas rayas vitalistas quedaba estratégicamente situada a la derecha de la pantalla, a la izquierda del “nuevo Rajoy”, en diferentes planos en los que intervenía como Presidente. La sensación de rigor la transmitían las líneas verticales de todo el diseño y, la austeridad, las estrechas y minimalistas sillas blancas.

En un principio tres cuestiones de la escenografía sorprendían. La primera, la disposición circular de sillas y personas sin que mediase mesa alguna, lo que provocaba una aparente lejanía entre los periodistas, la moderadora  y el protagonista principal. La segunda, las sillas enjutas para un hombre corpulento.  Y, por último, la disposición del logo de TVE junto al Presidente que perdía algunas de sus letras según los movimientos que realizase el Presidente o la toma de cámara. Paso a paso, en el transcurso de la entrevista cada sorpresa tuvo su explicación. Las tres se demostraron perfectamente medidas y especialmente útiles para ensalzar la figura del Presidente, no el físico y sí la proyección de su imagen, su actuación y sus palabras.

La disposición de los protagonistas marcada por el diseño del suelo, alejados uno de los otros  y sin objeto alguno de por medio,  permitía, en los planos generales, cuando intervenía el actor principal, ver al protagonista en activo, en movimiento, dinámico y al resto de los protagonistas totalmente estáticos, como si fuesen espectadores de una obra de teatro interesante.  Las silla blanca, de respaldo mínimo, que en principio parecía comprimir al Presidente, cumplió su función, pareció esfumarse dejando así que se realzasen los movimientos del Presidente. Y ya para finalizar, la disposición del logotipo de la cadena pública de televisión semi-tapado en muchas ocasiones, al hablar el protagonista principal, eso que parecía ser un error escenográfico al tapar la primera de las tres iniciales de TVE, sirvió para que en las intervenciones más duras el espectador casi sin percatarse oyese las palabras enmarcadas en un escenario en el que se sugería nítidamente: El Presidente VE.

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