¿Es "el niño bueno", educado, vergonzoso y comprensivo que conocimos años atrás?
¿O es hoy el hombre maduro, "sex simbol", descubierto por Giorgio Armani?
Hay que marcarse una estrategia de vida, profesional y personal y, de acuerdo con ella, decidir la imagen pública a proyectar. Es aún más importante saber adaptar los cambios necesarios de imagen para mantener la estrategia.
A Rafa Nadal parece que desde hace un tiempo no le aconsejan correctamente sobre los pasos a dar en su comunicación pública. Rafa actualmente nada entre dos aguas. Parece que le instruyen con la finalidad de mantener la primera imagen, esa de chico correcto capaz de reconocer públicamente, con gesto sensiblero, los méritos de su oponente, antes de hablar sobre su propio juego. Es una opción estratégica.... pero se está resquebrajando y eso deberían empezar a tenerlo en cuenta y reconducir la imagen. Su humildad ya no parece sincera... y por lo tanto.... ya, no lo es.
Pongamos ejemplos concretos. Si se quiere buscar una respuesta a quién es, o mejor dicho cómo es, Rafa Nadal, debemos fiarnos de lo que dice su mirada. La primera imagen corresponde a la rueda de prensa que ofreció Rafa tras vencer a Roger Federer en las semifinales del Open de Australia 2012. La imagen que pueden ver a continuación es una instantanea de otra rueda de prensa. La que realizó Nadal justo un día después. El día en que perdió la final del Open tras ser vencido por Djockovic.
Fíjense en la mirada. En esta segunda foto estaba más cansado, es decir, con las "defensas más bajas", tras más de 5 horas de partido. Un partido muy igualado que se le escapó de las manos por muy poco. Ya no era capaz de actuar, ni de adoptar su imagen estratégica de chico bueno. Salió el Rafa Nadal que es hoy. El hombre fuerte.... Rafa ha cambiado, mucho, ha tenido que superar numerosas pruebas. Pasar de ser número uno a que le diesen por tenista acabado, recuperarse de lesiones físicas y anímicas, cambiar su juego hasta llegar incluso a cambiar su físico. Rafa es otro, las miradas lo delatan. Incluso, observando detenidamente la primera foto, podemos comprobarlo. En esa insantánea todavía sonrie como niño bueno, pero si la remiramos cubriendo su boca y viendo tan solo sus ojos, veremos cómo en su mirada hay más dureza que en la sonrisa impostada de su boca. Vemos la dureza de un hombre, no la de un niño. Entonces ¿Quien es Rafa Nadal? Aquel joven tímido que grabó un video clip con Shakira, que no dió los resultados esperados por su actitud algo retraida ante una mujer exhuberante...
¿O el Rafa Nadal que sabe posar para Giorgio Armani con mirada seria, triste y firme?.
Está clarísimo. Asesores de Rafa Nadal, déjense ya de historias pasadas. Se lo agradeceremos.... Y él mucho más.
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